jueves, 25 de septiembre de 2008

Béisbol CAPAZ de generar cambios y grandes amistades

Me caracterizo por ser fanático del béisbol y del mejor equipo que existe en Venezuela, los Leones del Caracas; dicha afición me llevó prácticamente a diario al estadio Universitario de Caracas, a disfrutar los juegos del equipo que llevo en la sangre.

Una vez más comenzó la dura lucha contra la falta de cultura que existe en nuestro país, sobre el tema de las personas con alguna discapacidad, esta vez no estuve solo, hoy día puedo decir que en este andar me acompaña un amigo Enrique Alejandro Montbrun, a quien conocí en uno de los juegos en la Universidad Central de Venezuela (UCV) temporada 2004-2005, este hermano disfrutaba cada fecha en la que los Leones jugaban en casa, en compañía de su padre el Sr. Enrique y familia.

Una vez iniciada la relación de amistad entre la familia Montbrun y yo, se dio paso al día a día en el estadio y a la pelea –sí, pelea por nuestros derechos- el hacer entender a cuenta gotas y muchas veces con carácter a las autoridades, que así como quien compra su entrada normal para disfrutar un juego sin conocer la discapacidad, ahora había discapacitados CAPACES de disfrutar un juego allí sentados en el estadio; muchos accedieron a la ayuda y al hecho de brindar el servicio que a nosotros por derecho nos toca y que ellos por deber cumplen –agradezco a la mayoría de la seguridad VIP y al grupo de logística del estadio- pero no puedo dejar de estar descontento con la directiva de los Leones del Caracas.

A pesar de que somos abonados ya de años, esta directiva aún es incapaz de velar por sus fanáticos, por lo menos de los discapacitados. Fue hasta el año ante pasado que hubo puestos de estacionamiento para personas discapacitadas –esto a debido a la lucha a diario que les comenté arriba- y peor aún, no fue si no hasta el pasado año que se inventaron unos baños adaptados (mal adaptados por cierto) sin contar el hecho que nuestros acompañantes deben llevar sillas portátiles para poder disfrutar junto a nosotros del juego, es notorio que ¡ninguno de estos personajes ha sido espectador del juego en una de estas sillas y mucho menos han estado en una silla de ruedas ni un sólo minuto!

Lo que sí es cierto es que el mercadeo lo tienen claro, al igual que una supuesta Responsabilidad Social, es un gran espectáculo poder ver minutos antes del juego a la directiva llenarse la boca invitando a cualquier fundación –muchas veces fundaciones relacionadas con discapacidad- a las cuales le otorgan entradas de cortesía para un juego (esto no está mal) pero señores directivos, estoy súmamente convencido que la sonrisa de cada niño que recibe esta entrada, sería mucho mayor, si tuvieran un espacio digno para apreciar los juegos de béisbol en compañía de sus seres queridos cada vez que les provoque.

Cabe destacar que el espacio donde estamos ubicados es improvisado y se entiende que por ser Patrimonio de la Humanidad, el estadio de la Ciudad Universitaria no puede se remodelado, pero también destaco que son muchas las entradas de cortesía que se entregan a jugadores, junta directiva, la liga, etc. y que los puestos correspondientes a estas quedan justo a nuestras espaldas (sitio para personas discapacitadas) pero al parecer es imposible que en esta zona se puedan habilitar y vender las entradas para nuestros acompañantes, con la finalidad de que estos también tengan un lugar digno de disfrute y a la vez puedan estar cerca de nosotros.

Para esta temporada próxima a comenzar he vuelto a comprar mi abono (que por cierto es estudiantil, ya que tampoco existen abonos para personas discapacitadas) y si se preguntan ¿qué pasa con los puestos que corresponden a estas entradas? pues toda la temporada están vacíos, claro está, si alguna autoridad no pasa a algún familiar o conocido para que lo ocupe.

Pero me voy a referir yo solo a este tema, pues acá les dejo las impresiones de mi amigo Enrique Montbrun, las cuales también pueden leer en su portal web El Rincón del Béisbol - www.rincondelbeisbol.com - en donde además de anécdotas, podrán disfrutar de distintos análisis hecho por él, sobre el apasionante mundo del béisbol.

“A pesar de lo difícil que resultaba, asistía al estadio cuando era pequeño; mi papá me cargaba y llevaba hasta el puesto, no había ninguna facilidad ni ayuda. Por supuesto, a medida que fui creciendo, el traslado se fue haciendo más difícil y llegó un momento, que no pude ir más a los juegos en Venezuela. Por esa razón, tenía que viajar a Estados Unidos para disfrutar de juegos en vivo, ya que en los estadios de grandes ligas, hay puestos especiales para disfrutar con tus acompañantes los juegos. Ni hablar de rampas, estacionamientos especiales, hasta ascensores para llevarte a un excelente puesto, como es el caso del nuevo Camdem Yards de Baltimore.

A partir de la temporada 2004-2005, se realizaron cambios en el estadio universitario que me permitieron volver a disfrutar de un juego en vivo del Béisbol Profesional Venezolano, aunque todavía falta mucho por mejorar. Obviamente, desde la temporada 2005-2006 soy abonado de los Leones del Caracas y asisto prácticamente a todos los juegos de la temporada disfrutando del ambiente del estadio y de la compañía de las leonas. Esa temporada fue gloriosa”, comenta Enrique en su página web.

¡Los dejo con un grato recuerdo!



Saludos,

Dave

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dave, pequeño saltamontes.

Muy buen post, excelente de verdad... hasta que colocaste el videito ese delos mininos...

..pana, Magallanes pa'to el mundo!
...y veo que además tienes una magallanera muy cerca!!!

Pendiente de acercarnos al estadio a disfrutar un buen partido.

EEEEE Magallanes...EEEE Magallanes!!

David Cedeño dijo...

Jaja.. viejo la ida al stadium va, me gusta compartir con magallaneros, las caras y el sufrimiento que tienen en cada partido son impelables...
Saludos,
Dave